jueves, 30 de junio de 2011

Item

El término ítem se utiliza en evaluación para referirse a una pregunta en una prueba de corrección objetiva. En muchas ocasiones, en español, el término ítem puede utilizarse indistintamente como sinónimo de pregunta. Una tarea o ejercicio de evaluación puede incluir uno o más ítemes.


Se pueden clasificar los ítemes con referencia al tipo de respuesta que deberá dar el estudiante para resolverlos, y así, tenemos Ítem de respuesta abierta e Ítem de respuesta cerrada, según el candidato deba producir una respuesta, o bien marcar una alternativa o seleccionar una opción entre las que se le proponen.

La redacción de ítemes para un examen deberá basarse en unas especificaciones de examen, para la elaboración de la prueba. Estas especificaciones deberán indicar los objetivos que evaluar en la habilidad de que se trate, el tipo y número de ítemes que haya que realizar para cada una de las partes del examen y los ensayos o pruebas de pilotaje a que serán sometidos los ítemes antes de convertirse en los que formarán parte del examen que se va a administrar a los estudiantes.

La bibliografía especializada establece que los ítemes deben ser independientes unos de otros, deben referirse a elementos diferenciados del objeto que se evalúa —a menudo un texto oral o escrito— y su resolución no debe depender de otros ítemes  anteriores o posteriores en la misma tarea o ejercicio. Estos ítemes independientes se denominan ítemes discretos.

En la elaboración de ítemes para la evaluación de la comprensión de la lectura, la comprensión oral, y la gramática y el vocabulario, a partir de textos, se deben seguir las siguientes pautas:

1.    Que el estudiante esté familiarizado con el tipo de ítem que se le plantea.
2.    Que el ítem no presente ambigüedades en su formulación.
3.    Que la lengua en que esté redactado no resulte más difícil que la del texto al que se refiere.
4.    Que los distintos ítemes que debe resolver el candidato sigan el orden del texto.
5.    Que el candidato tenga contexto suficiente sobre el texto que sirve de base para la prueba, antes de contestar a los ítemes de la misma.
6.    Que la resolución de un ítem no dependa de la del anterior.
7. Que la respuesta a un ítem no esté determinada por el conocimiento del mundo del estudiante, ni de su interpretación del texto objeto de examen.

El aspecto fundamental en la elaboración de ítemes, y que afecta a todo tipo de pruebas, se refiere a aquello que evalúa cada uno de los ítemes (la comprensión general del texto, de un detalle específico, la capacidad de inferir significado, etc.). En muchas ocasiones un ítem evalúa algo distinto a lo que el redactor o redactora del mismo pretendía evaluar.
 Es frecuente encontrar en pruebas o exámenes ítemes que evalúan los conocimientos generales del mundo que tienen los estudiantes, más que su capacidad de comprensión de un texto oral o escrito; o sus capacidades mentales o destrezas para realizar la tarea requerida por el ítem más que sus conocimientos de la lengua. Es básico, para paliar este fenómeno, y para asegurarse de que se han cumplido los requisitos de elaboración de ítemes antes comentados, que una vez elaborada la prueba, otro profesor la realice y determine, sin pautas previas, qué es lo que el redactor ha querido evaluar en cada caso. El redactor probablemente descubrirá que alguno de los ítemes está evaluando algo distinto a lo que previó.

El tipo de ítem que se utilice en la evaluación de una habilidad lingüística determinada puede influir en los resultados que obtenga el candidato que realice la prueba. A este hecho los especialistas lo denominan efecto del método, y se refiere a la influencia que el tipo de ítem puede ejercer sobre el estudiante, según su mayor o menor facilidad para responder a un tipo de ítem determinado: verdadero/falso, respuesta múltiple, etc. Como el estado actual de la investigación no permite todavía determinar qué tipo o tipos de ítemes son los mejores en la evaluación de cada una de las distintas habilidades lingüísticas, lo mejor es utilizar en cada caso más de un tipo de ítem con el fin minimizar el mencionado efecto del método.

Otro aspecto importante que hay que tener en cuenta cuando se redactan pruebas de exámenes es el de la ponderación de los ítemes, es decir, la puntuación que se otorga a cada uno de ellos.

En muchas ocasiones los redactores de exámenes consideran que hay algunos ítemes que deberían tener un mayor peso en el conjunto de la prueba, esto es, que se les debería atribuir una mayor puntuación que a otros. El argumento suele ser que para responder a algunos ítemes el estudiante necesitará más tiempo o más conocimientos, o que ese ítem evalúa una parte más importante del currículum. Anderson (1995) cita a Ebel (1979) para afirmar, frente a este argumento, que si una parte de un examen se considera más importante que otra se debe redactar para ella un mayor número de ítemes, lo que la hará más válida y fiable que si simplemente se le concede mayor puntuación dentro de la prueba. La ponderación por igual, es decir, atribuir los mismos puntos a cada ítem, es la forma más simple y justa de puntuación.
Existen diferentes procedimientos estadísticos para determinar la bondad de un ítem. Los más elementales, dado que no precisan de medios estadísticos complejos, se refieren a los índices de dificultad y de discriminación de los ítemes

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA: 

Anderson, Ch. J., Clapham, C. y Wall, D. (1995). Exámenes de idiomas, elaboración y evaluación. Madrid: Cambridge University Press, 1998.






.

No hay comentarios:

Publicar un comentario